Viaje: Castillo de Nijo

Fecha: 7 de Agosto 2008 D.C.

Localización: Kyoto.

Tras un largo y agotador día en Hiroshima decidimos tomarnos una jornada con visitas locales y unos buenos baños (que ya hablaré de ellos en el futuro) para recuperarnos y estar a plenos rendimiento los días que nos quedaban por delante. Así que decidimos ir al Castillo de Nijo, apenas a 2 paradas de metro de nuestro hotel.

El Castillo de Nijo es un castillo que esta situado en medio de la ciudad de Kyoto y es realmente curioso porque se conserva perfectamente y refleja algunas de las escenas mas comunes de cuando este era la residencia del Shogun en Kyoto y cuenta con algunos maniquís que reflejan algunas escenas de la vida privada y pública del Shogun. Una verdadera pena que no se pudieran sacar fotografías en el interior de  la residencia.

Aunque la verdad es que a mi lo que mas me gusto de este castillo es que esta integrado en medio de la ciudad y cuando vas por sus jardines da la impresión de que estuvieras a miles de kilómetros de cualquier centro urbano y estas en realidad en medio de una enorme ciudad. Aquí tenéis algunas de las fotos que tome desde en interior de las murallas.

Además este castillo ha sido denominado Patrimonio de la UNESCO y si te coges las audio guías que te alquilan al comienzo de la visita puedes contar con las explicaciones de cada estancia y algunas de las partes de los jardines que tiene el castillo a sus alrededores.

 

Fue una cosa curiosa que a Maikel y a Spilbergo le entro la vena bélica de repente al ver las murallas y los fosos del castillo y se pusieron a discutir cual era mejor forma de atacar el castillo y hacerse con el castillo con la menos perdida. Y he aquí una de las imágenes que tome durante la planificación de la batalla.

Tras ellos se puede observar un plano del castillo, sus fosos y sus jardines y como podéis ver de su cuello cuelgan los comunicadores portátiles para transmitir sus ordenes a las tropas de campo (son las susodichas audio guías).

Tras un buen paseo y un poco de descanso en la sala de espera con aire acondicionado fresquito y un par de bebidas refrescantes volvimos a nuestro hotel para comer e ir a los baños públicos cercanos.

Y si no recuerdo mal y la memoria no me juega una mala pasada, fuimos a comer a una pequeña taberna, cercana a los baños públicos, que nos habían recomendado en el hotel como una de las mejores tiendas de udon/soba de Kyoto y allí, que se trataba de un pequeño sitio con apenas una decena de mesas y como buenamente pudimos, solicitamos que nos trajeran la especialidad de la casa para comer y las típicas birras de mas de medio litro que a mi por cierto me costó dios y ayuda terminar.

El plato que nos trajeron era algo así como lo que podéis ver en la foto tenia carne de cerdo (o eso parecía) huevo y verduras cocidas, algas ensalada y bajo todo ello un lecho de soba de te verde (o algo que se le parecía mucho) y bajo esto unos cuantos hielos. La verdad es que nunca había comido una ensalada de pasta con hielo y tanta verdura, pero estaba muy buena, en la otra fotografía podéis ver el tamaño de la botellín de cerveza que nos sacaron para comer (me parece que sacamos 3 botellas, una para cada 2), si no recuerdo mal creo que cada botellín costaba unos 800-1000 Yenes, ahora bien eso aquí serían unos 5 o 6 €, ¿realmente os parece caro? Estas fotos las tomo Rakeru.

Pero la anécdota mas curiosa ocurrió cuando al terminar nuestra comida salimos del restaurante, siempre con la amabilidad típica de los japoneses, y por la puerta de lo que parecía la cocina del restaurante salió una viejecita, posiblemente la madre de la chica que nos sirvió la comida y nos pregunto en japonés (o eso creíamos entender) que de donde éramos, le respondimos que éramos españoles y comenzó a darnos las gracias por haber ido a comer a su restaurante con unas reverencia de las que quitan el hipo, la verdad, algún día cuando tenga mas capacidad para hablar japonés me gustaría volver a este restaurante y agradecerselo de igual manera que ella nos agradeció el haber comido en su casa.

Después volvimos al hotel y tras descansar un rato fuimos a los baños públicos de las que yo hable algún otro día, un verdadero descanso y relax para todos contando que estábamos  bastante cansados. Más tarde cenamos en alguno de los restaurantes cercanos a nuestro hotel y volvimos para descansar, ya que nuestro próximo viaje era al día siguiente hasta Osaka y necesitábamos estar en plenas facultades.